Aprendiendo Al Islam

Aprendiendo Al Islam

¿Porque en cada Ciclo de la ORACIÓN OBLIGATORIA hay dos prosternaciones y solamente una INCLINACIÓN?

¿Porque en cada Ciclo de la ORACIÓN OBLIGATORIA hay dos prosternaciones y solamente una INCLINACIÓN?

Y como respuesta Imam Ali (P) Principe de los Creyentes le dijo: en la Primera Prosternación OS ESTAIS RECORDANDO A VOSOTROS MISMO QUE ESTAIS HECHOS DE TIERRA Y POLVO.

Y en la Segunda: Prosternación QUE VAIS A MORIR Y RETORNAR AL POLVO

Y Levantando vuestra Cabeza : UNA VEZ MAS PENSAREIS EN EL DIA ( DE LA RESURRECCIÓN ) EN QUE SEREIS RESUCITADO PARA LA VIDA FUTURA.

Fuente: Ayatullah Murtada Mutahari es un pensador Irani gran hombre.

Libro Discursos Espirituales ( Conferencias sobre la dimension espiritual del islam)

Ali Ibn Abu Talib



Su nacimiento
‘Ali Ibn Abu Talib (P) nació un viernes, el décimo tercer día del calendario 
lunar, en la Meca dentro de la Sagrada Ka’aba, 30 años después que el Santo 
Profeta del Islam (PBd). Ibn Qa‘nab cuenta:
“Un día que me encontraba reunido con ‘Abbas -hijo de `Abdul 
Muttalib- y otros tantos frente a la Ka’bah, vimos que Fatimah, la 
hija de Asad, se dirigió hacia la Casa de Dios, se detuvo y en voz 
alta exclamó:
‘¡Oh, Dios Todopoderoso! Tengo fe en Ti, en Tus Enviados y en sus
Sagrados Libros. Creo en la palabra del Profeta Ibrahim (P), que 
fue uno de mis antepasados, igualmente tengo fe en que fue él quién 
reconstruyó esta Tú casa… ¡Te pido, por él y por el niño que llevo 
en mis entrañas que hagas de éste un parto sencillo!’.
En ese momento -continuó diciendo Ibn Qa‘nab- ¡sucedió algo increíble! Todos los presentes quedamos atónitos cuando vimos como 
se abrió una de las paredes de la Casa de Dios y esta gran dama 
entró, volviendo, detrás de ella, la pared a su estado original...
De un salto nos pusimos de pie, y tratamos de abrir la puerta de 
esta Sagrada Casa, pero fue imposible... Entendimos que esto era 
un misterio de la sapiencia de Dios.
Cuatro días después de lo sucedido, esta admirable señora, salió 
de la Casa con un niño entre sus brazos, enorgulleciéndose de él..., 
entonces Fatimah Binti Asad dijo:
‘Escuché una voz que murmuraba, ‘llámalo ‘Ali».
Este suceso ocurrió el día viernes 13 del mes Rayab, del año treinta 
de ‘Amul Fil, 23 años antes de la Hégira”.
Durante su infancia
Su padre, Abu Talib, fue el tío paterno del Profeta (PBd) a quien educó. 
Cuando ‘Ali (P) nació el Santo Profeta (PBd) era un hombre maduro con mujer 
e hijos. Inmediatamente después de nacer ‘Ali (P) el Profeta (PBd) lo llevó a 
su casa y lo educó como a su propio hijo. ‘Ali (P) madura en una atmósfera 
de beatitud y piedad como ninguna otra casa podía proveerle. Vivió con el 
Profeta (PBd) fue alimentado por él, quien incluso lo vestía y lo bañaba. ‘Ali 
(P), cuando recordaba su niñez decía:
“Era yo un infante cuando el Profeta (PBd) me tomaba en sus brazos, 
me estrechaba contra su pecho y después de masticar el bocado, lo 
colocaba en mi boca; yo gozaba de su delicioso perfume. Él nunca 
escuchó en mis palabras mentira, ni vio en mis actos equivocación 
o ignorancia”.
Así también dijo:
“Yo era todavía un bebé cuando el Profeta (PBd) me tomó de mis padres: Me he acostumbrado a estar junto a él. Cada día un aspecto 
nuevo de su personalidad me iluminaría, aparte de su noble persona, 
lo aceptaría y seguiría como una orden”.
Y también:
“Todos los días me decía que lo imitase...”.
“Todos los años iba al Monte de Hira y entonces, nadie a excepción 
de mí, lo veía...”.
Esta temprana educación dejó un efecto duradero en la mente de ‘Ali (P) 
Ello le dio una visión especial y un apasionado amor por la verdad. Sobre 
todo, lo hizo un intrépido luchador en el camino de Dios. Estas cualidades 
demostraron ser más tarde una riqueza poco común en el Islam.
El primer musulmán
Cuando el divino don de la Profecía se manifi esta en el Profeta (PBd) y 
recibe la revelación en el monte de Hira, El Profeta (PBd) deja la montaña para 
volver a casa. En el camino se encontró con ‘Ali (P) le contó la revelación y 
‘Ali (P) aceptó la nueva fe.
‘Ali (P) dijo:
“En ese entonces, que el Islam no había entrado aún en ninguna casa 
y únicamente el Profeta y su esposa Jadiyah eran musulmanes, yo 
era el tercero entre ellos...”.
“Yo veía la luz de la revelación y el mensaje, y podía percibir el 
perfume de la profecía”.
Desde la primera hora de la misión hasta el último rito de su funeral, 
el Santo Profeta (PBd) nunca fue abandonado por su noble amigo, a quien 
complació llamándolo su hermano, su viceregente y el fi el Aarón del segundo 
Moisés (P) Fue un musulmán desde el principio, así como su religión fue la religión 
del Santo Profeta (PBd) Por tanto, él fue el primer musulmán después del 
Profeta (PBd) y nunca rezó delante de ídolos.
La vida de los grandes seres humanos como el Profeta de Dios (PBd)
e Imames (P)  son modelos colocados por el Dios Compasivo para que los 
miembros de la familia humana continúen modelando sus vidas individuales. 
De esta forma pueden levantarse por sí mismos de la profundidad mundanal 
de su vida material hacia los cielos del mundo espiritual.
A fi n de entender bien algo, es necesario tener una completa visión de ello.
Si solamente se hace un estudio parcial de algo, ello impedirá formarse 
una correcta opinión. La tarea es aún más difícil cuando se trata de ‘Ali (P) 
el primer sagrado Imam. Una completa descripción de su vida requiere de 
muchos volúmenes.
Como no se trata de eso ahora, solamente citaremos unos pocos aspectos 
de su sagrada vida, para dar fi nalmente una pequeña visión de la gran altura 
y santidad que ocupa ‘Ali (P), el Amir de los Creyentes.

La invitación pública
El Mensajero de Dios, durante los tres primeros años después del bi‘zat
(día de la primera revelación), no recibió la orden Divina para hacer público el 
Islam. En este tiempo, unas cuantas personas abrazaron la fe del Islam siendo 
el primero de entre los hombres, ‘Ali Ibn Abu Talib.
Basándose en la aleya «...advierte a tus familiares cercanos...» ‘Ali, bajo 
las órdenes del Profeta (PBd), invitó a cuarenta de sus familiares, encontrándose entre los invitados sus tíos Abu Lahab, ‘Abbas y Hamzah. Fue preparada 
la comida, la cual no era sufi ciente ni siquiera para complacer a uno de sus 
invitados, pero por obra y gracia de Dios todos quedaron satisfechos, sin que 
mermara nada de esa comida. Cuando el Profeta quiso invitarles al Islam, Abu 
Lahab exclamó: “¡Muhammad os ha embrujado!”. Estas palabras provocaron 
que los invitados se dispersaran, terminando así con la reunión.
Al día siguiente, sin tener otra alternativa, el Mensajero de Dios volvió a 
invitar a sus parientes aconteciendo lo mismo, y después de que terminaron 
de comer inició su discurso diciendo: 
“¡Oh, hijos de ‘Abdul Muttalib! No conozco a nadie de entre los 
jóvenes árabes, que os haya ofrecido algo mejor de lo que yo os 
propongo. Os brindo los bienes de ésta y la otra vida. Dios me ha 
ordenado que os invite a que sigáis Su camino. ¿Quién de vosotros 
está dispuesto a ser mi hermano, mi albacea y mi sucesor?”.
Muhammad (PBd) repitió tres veces esta pregunta y sólo ‘Ali (P) se 
levantó para expresar que él aceptaba. Entonces el Gran Mensajero de Dios 
prosiguió, refi riéndose a ‘Ali (P):
“Él es mi hermano, mi albacea y mi sucesor. ¡Escuchad sus palabras 
y obedeced sus órdenes!”.

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