La vida del eminente Imam Alí, el primer Imam para los musulmanes chiíes El nacimiento y la infancia

La vida del eminente Imam Alí, el primer Imam para los

musulmanes chiíes

El nacimiento y la infancia

El Imam Alí, el primer Imam de los chiíes, nació el 13 de Rayab (en árabe: رجب) del año 599 d.C. (año 30 de Amul Fil) en La Meca y murió como mártir el 21 de Ramadán del año 661 d.C. (año 40 de la Hégira) en Kufa, Irak. Su padre era Abu Talib, el tío paterno del Profeta Muhammad, que se hizo cargo de la crianza y la educación del Fundador del Islam desde que falleció su abuelo paterno Abu Muttalib siendo él  un niño;  su madre se llamaba Fátima bint Asad (en árabe: فاطمهبنتاسد). Según muchas fuentes, el Imam Alí es la única persona que ha nacido en la Kaaba, la Casa de Dios en La Meca, el lugar más sagrado para los musulmanes. Se dice que su madre siempre pedía a Dios que le ayudara a tener un parto fácil y sin complicaciones, puesto que desde un principio sentía que el niño que llevaba en sus entrañas era distinto al resto de sus hijos, incluso su lugar de nacimiento fue una gran sorpresa para todos. La madre del Imam Alí estuvo cuatro días seguidos en la Kaaba y cuando salió ya había dado a luz a su amado hijo Alí. Según algunas fuentes, su madre, al nacer su retoño, escuchó un mensaje oculto en el que se le decía que le pusiera al niño el nombre de Alí, mientras que ella le dio el apelativo de Heidar (en árabe: حیدر), que significa León. Este apelativo, y otros como El Comandante de los creyentes (en árabe: المومنینامیر), lo llevó durante toda su vida, ya que era un verdadero luchador y un héroe  destacado que nunca se apartó del Profeta, viviendo juntos los momentos más felices y más difíciles que surgieron a lo largo de sus vidas.

El Imam Ali fue el primo, y más tarde, el yerno del Profeta Muhammad y siempre fue muy importante para él. El Profeta siempre se sentía en deuda con su tío, ya que Abu Talib y Fátima bint Asad fueron como unos padres para él; siempre le prestaron mucha atención y no le escatimaron su cariño. Durante un tiempo, la hambruna y la sequía asolaron La Meca, de ahí que el Profeta Muhammad, junto con su gran esposa, Jadiyah, se encargaran de criar y educar al Imam Alí en su propia casa, cuando él solo tenía 6 años. La familia de Abu Talib era una familia numerosa y la crianza de Alí podría ser una gran ayuda para Abu Talib, que tenía que dar de comer a todos sus hijos. El Profeta cada día le enseñaba los principios y virtudes de la vida y todos los días le recitaba El Corán, por lo que el Imam Alí fue la primera persona en aprender, memorizar y, luego, comprender los secretos de los versos de El Corán.

Para los chiíes, el Imam Alí, junto con sus once descendientes, es considerado el legítimo sucesor del Profeta, por ello son llamados miembros de Ahl al-Bait (en árabe:  اهلالبیت). El Imam Alí es el primer Imam para los chiíes, el cuarto y el último califa para los suníes, que gobernó durante los años 656-661 d.C.

Los periodos de adolescencia y juventud

Cuando el Profeta recibió las revelaciones divinas, el Imam Alí tenía diez años, así que fue uno de los primeros hombres que aceptó la fe islámica. Sin embargo, antes de la aparición del Islam, él nunca adoró a ídolo alguno, una realidad reconocida tanto por los chiíes como los suníes, y siempre preguntaba a los idolatras que cómo podían adorar a los ídolos. El Imam Alí fue uno de los que rompieron los ídolos después de la llegada del Islam a La Meca. Él pertenecía al clan  Bani Hashim, una familia que creía en un único dios y que nunca idolatraba a otros ídolos, así pues algunos creen que en su caso, concretamente,  parece incorrecto hablar de la conversión al Islam, puesto que ya antes de la llegada del Islam creía en un solo Dios.

El Profeta, durante tres años, invitó en secreto a sus familiares y amigos más cercanos a aceptar el Islam, y, tras ese periodo de tres años, fue cuando empezó a invitar al resto de la gente, pues así le fue revelado. El día que el Profeta invitó a sus familiares a su casa para invitarlos a convertirse al Islam y repitió tres veces su invitación, el Imam Alí fue la única persona que aceptó el Islam, y fue así como fue designado el heredero y sucesor del Profeta, a quien siempre le brindó su apoyo total e incondicional.

Matrimonio e hijos

El Imam Alí contrajo matrimonio con la amada y estimada hija del Profeta, la grandiosa Fátima, una mujer devota, obediente y bendecida. Ella tuvo muchos pretendientes pero el Profeta decía que esperara al destino divino, y fue el Ángel Gabriel quien afirmó que el Imam Alí era el destino divino. Así fue como la querida hija del Profeta se casó con el hermano-primo del Profeta, el piadoso Alí, y el fruto de esta unión son Hasan, Hussein, Zeinab y Ome-Kolsum. Los dos hijos varones fueron el segundo y tercer sucesor de su padre, respectivamente.

Después de la muerte de la Gran Señora del mundo del Islam, el Imam Alí contrajo matrimonio con Ummul Banim, con la que tuvo un hijo llamado Abbas, el hijo que, junto a su hermano Hussein, combatió fielmente en Karbala contra los enemigos de su hermano.

Valentía y sacrificio

En ningún momento el Imam Alí dejó solo al Profeta Muhammad, y siempre estaba dispuesto a sacrificar su vida por el Último Mensajero de Dios. Su devoción hacia el Profeta era tal que la noche que los hombres de la tribu Quraysh planearon el asesinato del Profeta –complot sobre el cual el Ángel Gabriel advirtió al Profeta-, el Imam Alí decidió dormir en el lecho de Muhammad y fue así como los enemigos del Profeta vieron sus planes frustrados. La valentía del Imam Alí al arriesgar su vida por el Profeta permitió la continuidad del Islam, dado que si no hubiera sido por este sacrificio el Profeta no habría podido cumplir con su misión. Aquella inolvidable noche,  llamada Laylat al-Mabit  (لیلﺔالمبیت), que marcó la historia del Islam, el Profeta recibió la orden de emigrar a Yasrib para propagar el Islam por aquellas tierras.

El Imam Alí siempre estaba al lado del Profeta. Fue el héroe en todos los campos de batalla, y siempre, estuvo dispuesto a sacrificar su vida por el Profeta. Su participación en los combates fue decisiva, y participó en las batallas más importantes en la historia del Islam, como son las batallas de Badr, Uhud, Jaibar, Jandaq, etc. La única batalla en la que no participó fue en la batalla de Tabuk, pese a su insistencia en participar en el combate, el Profeta le pidió que se quedara en Medina con el fin de proteger y defender la ciudad, y mantener el orden. En muy pocas ocasiones el Imam Alí no estuvo junto al Profeta y cuando lo estuvo fue porque el propio Enviado de Dios así se lo pidió.

Uno de los hechos más importantes en la historia del Islam es el nombramiento del Imam Alí como el legítimo sucesor del Profeta, es decir, el día en el que finalmente el Santo Profeta lo nombró sucesor en Gadir Jum, diciendo: “Aquel de quien yo sea su jefe, ‘Alí es su jefe”.

Sin embargo, fue a partir de esta fecha cuando dio comienzo el polémico desacuerdo entre los musulmanes sobre la persona que sucedería al Profeta.

El martirio

Finalmente, el Imam Alí murió como mártir a la edad de 63 años, al ser atacado por la espalda mientras se encontraba rezando en la mezquita de Kufa el 19 del mes de Ramadán, para fallecer dos días después, el día 21 del mismo mes. De otra manera hubiera resultado imposible vencerlo, pues, a pesar de su edad, siempre fue el guerrero más fuerte en el campo de batalla.