Fuente: IRIB en español
Sura Fatihat (El Exordio)
El hombre es un ser complicado y por las maravillas existentes en él es incapaz de conocer perfectamente su realidad y el camino de su salvación, el hombre necesita guías claras que muestren en las particularidades espirituales y psicológicas del ser humano y definan las posibilidades y talentos existentes en su interior y también mencionen el camino correcto del uso de estas capacidades.
Nuestro Creador el Compasivo inspiro el sagrado Corán por esta misma razón, el Corán quiere decir el libro leíble y es un libro que se debe leer con deliberación y meditación, en este libro se habla de la visión mundial, la política, la economía, la historia de los antecesores, las favorables relaciones sociales y familiares, los problemas legales, la ética y todo lo que el hombre necesita en esta vida y en el otro mundo, mejor dicho el Corán es la guía para la felicidad y el sol que ilumina la verdadera dirección y nunca la falsedad y la desviación pueden penetrar en él.
Según uno de los investigadores el hombre al aprovechar las sabidurías del Corán es igual que una planta que se coloca a su lado y gracias a los rayos del sol puede crecer hacia la perfección final en un mundo más grande; la recitación del Corán nos prepara la posibilidad para que podamos resolver los problemas de la sociedad y encontrar los signos de la justicia, el honor y la felicidad, desde luego ese caso se cumple cuando las instrucciones del sagrado Corán atraen la atención como una guía y un sistema ideológico vivo y constructivo, para cumplir este objetivo y en respuesta a petición de muchos queridos amigos que desean conocer las sabidurías coránicas, y entender sus profundos secretos constructivos, hemos decidido difundirles en una serie de artículos algunos conceptos de las aleyas coránicas con una lengua sencilla y elocuente para que al recitar el Corán podamos aprovechar el inmenso océano de la ciencia divina en la vida cotidiana.
Antes de comenzar les recordamos que deliberar y meditar sobre los conceptos coránicos es muy valioso y sean considerados como mejores rezos. Por su importancia Dios en la 24 de la sura de Mahoma, dice:
¿Es que no meditan en el Corán?
¿O es que sus corazones están cerrados con candados?
Ahora abrimos las primeras páginas del libro celestial del Corán y empezamos a leer.
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
En el nombre de Aláh el Compasivo, el Misericordioso (1:1)
الْحَمْدُ لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ
الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِAlabado sea Dios, Señor del universo el Compasivo, el Misericordioso (1:2,3)
مَالِكِ يَوْمِ الدِّينِ
Dueño del Día del Justicio (1:4)
اِيَّاكَ نَعْبُدُ وَإِيَّاكَ نَسْتَعِين
A Ti solo servimos y a Ti sólo imploramos (1:5)
Con esta aleya se inicia la primera sura del Corán que es conocida por la sura de Hamd. Desde luego la sura de Hamd no es la primera sura bajada por Dios, sino que esta sura ha sido la primera sura del Corán respectivamente con su recogimiento, la sura del Hamd, se ha inspirado en el tercer año de la designación.
La bondadosa sura de Hamd tiene siete aleyas y entre las suras del Corán disfruta de unas particularidades especiales; el mensaje inicial de esta sura es alabar a Dios, la sura de Hamd es el inicio del Corán, la recitación de esta sura es obligatoria en todos los rezos del día y ninguna sura puede reemplazarla.
La bondadosa sura de Hamd por pasar de un lugar especial tiene varios nombres y cada uno tiene un mensaje especial, pero los más importantes son Hamd, que quiere decir Alabanza, Fatiha es decir Quien abre libro, Omol Ketab que significa Madre del libro.
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
En el nombre de Aláh el Compasivo, el Misericordioso.
Esta breve frase nos dirige a que cada acto que realicemos lo hagamos en nombre de Dios, ya que la existencia de todos los seres vivos ha comenzado con su voluntad y no existe la decadencia y la destrucción en su existencia celestial. Muchos relatos hacen hincapié en que el hombre haga sus trabajos tanto pequeños como grandes en el nombre Aláh el Compasivo, el Misericordioso para no tener dificultado.
El enviado de Dios dice: Cada trabajo que se realiza sin la frase “En el nombre de Dios” este trabajo fracasará.
La aleya en el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso no pertenece solamente al Islam, sino que según las aleyas coránicas, el arca de Noe empezó su viaje con la frase en el nombre de Dios y el hazrat Salomón comenzó su carta a la reina de Saba con el nombre de Dios,
La mayoría de los comentaristas reconocen esta aleya como una aleya completa y separada de la sura, esta aleya se ha utilizado en el inicio de todas las suras del Corán, con excepción de la sura de Tobe, el Arrepentimiento y en la sura de Naml también se dice dos veces.
En general, la aleya valiosa y bondadosa de en el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso, se lee 114 veces en el Corán.
Al final llegamos a la conclusión de que en el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso, es el origen de la bondad y signo de la confianza del hombre en Dios y la petición de ayuda. Este bondadoso nombre ha conseguido el aspecto espiritual a los trabajos y evita que la actuación del hombre caiga en las pestes de politeísmo y la hipocresía, y quien comienza sus trabajos con la frase en el nombre de Dios se une al inmenso poder e infinita bendición divina, salvándose de la caída y la desviación.
Esta Sura abarca amplios conceptos y contenidos globales, reconociéndose como el deposito más valioso en el tesoro inspirado por Dios.
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
En el nombre de Alá el Compasivo, el Misericordioso (1:1)
الْحَمْدُ لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ
الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
Albado sea Ala, Señor del universo el Compasivo, el Misericordioso (1:2,3)
مَالِكِ يَوْمِ الدِّينِ
Dueño del Día del Justicio (1:4)
La importancia del nombre y del recuerdo de Dios, ahora nuestra primera palabra es atravesar a Dios; Dios que el crecimiento y la creación de todo lo existente en el mundo es de Él, tanto los objetos, las plantas y los animales como los cielos y la tierra, Él es quien ha creado al hombre de una gota de agua y además de su crecimiento y educación corporal, también lo ha educado espiritualmente.
Ahora nuestra necesidad y la de todos los seres vivos de Dios no se limitan solamente a nuestra creación, sino que Dios mantiene relaciones muy cercanas y permanentes con los seres, por eso nosotros siempre debemos agradecerle sus bondades.
La cortesía exige que los siervos también siempre le aprecien tal como es digno, y tal como Él mismo ha dicho, no olvidemos que Dios Todo Poderoso no necesita la apreciación de todos los siervos, la siguiente aleya se refiere a la que Dios, en que creemos es el símbolo del cariño y el perdón.
Se puede observar los símbolos de su bondad y bendición en la agradable naturaleza, el cielo azul y las bellas aves. Si en algunas aleyas del Corán se habla de la ira y del castigo de Dios, es una advertencia para llamar la atención del hombre y no es por inquina o venganza. Por eso, cuando los siervos se arrepienten de sus faltas y puedan recompensar lo pasado, el perdón ilimitado de Dios les incluye.
La aleya dueño del día del juicio, presenta a Dios, como el dueño del día de resurrección, esta aleya es una advertencia a los siervos que al lado de esperar la bondad divina, prestan atención también al día de juicio, Dios es el dueño de este y del otro mundo, pero esto tiene otro manifiesto en el día del juicio, en este día nadie es dueño de nada, la riqueza y los hijos no tienen influencia, aun el hombre no es dueño de los órganos de su cuerpo, solamente Dios es el dueño absoluto, el Creador amable en este días no ignora ningún acto del hombre y estudia todas sus acciones, tanto buenas como malas, es digno que con nuestras buenas acciones asistamos al día del juicio y podamos aprovechar las inmensas bondades divinas.
Después de alabar a Dios que es el Poder Superior de todos los poderes y está más cerca que cualquier otra persona, continuando las aleyas, estrechamos la mano de la necesidad hacia Él y le pedimos que nos conduzca hacia la vía recta.
إِيَّاكَ نَعْبُدُ وَإِيَّاكَ نَسْتَعِينُ
A ti solo servimos y a ti solo imploramos ayuda (1:5)
اهْدِنَا الصِّرَاطَ الْمُسْتَقِيمَ
Dirígenos por la vía recta (1:6)
صِرَاطَ الَّذِينَ أَنْعَمْتَ عَلَيْهِمْ غَيْرِ الْمَغْضُوبِ عَلَيْهِمْ وَلَا الضَّالِّينَ
La vía de los que tú has agraciado no de los que han provocado tu ira ni de los extraviados. (1:7)
Estas aleyas muestran el espíritu del rezo y de la sinceridad de los hombres puros ante la corte divina.
Dios es superior a todos los seres, por esto debemos tener a Dios presente en el rezo y en todos nuestros actos y entender sinceramente que hablamos con un Dios vivo, prudente y sabio y nuestro rezo sea un rezo conciente y profundo y no recemos aparentemente y en el interior prestemos atención a otro.
Con tal percepción del rezo expresamos la máxima rendición y modestia ante un Creador cuya existencia no cabe en la percepción humana, y hacemos hincapié en que es digno adorarle, pro postrarnos solamente ante Él y pedir ayudar solamente a Él, luego pedimos a Dios que nos dirija hacia la vía recta, la vía de los que son agraciados por Dios y no los que han provocado su ira ni los extraviados.
Esta aleya muestra que los hombres en la elección del camino de la vida se dividen en tres grupos, un grupo los que eligen la vía recta y viven según las instrucciones vitalizadotas del Dios, el segundo grupo son los que a pesar de conocer la vía recta, sin embargo, no caminan en ella y piden ayuda a otro y no a Dios. Los signos de las acciones de este grupo aparecen gradualmente en su existencia y se alejan poco a poco de la vía recta y provocan la ira divina.
Entre tanto, existe otro grupo, el tercero, que no tiene un camino definido y determinado, el cual abarcaba a los extraviados y que cada día dan pasos en un camino que llega a ningún lugar. Pero el conocimiento de la vía recta no es fácil, son muchos hombres que bajo la cubierta de la justicia y de la verdad conducen al pueblo hacia la mentira y la desviación y también son muchas personas que siguen caminos extremos. Dios en diversas aleyas ha presentado los ejemplos prácticos de este camino. Dios en la aleya 69 de la sura Nesa dice:
"Quienes obedecen a Alá y al Enviado. Están con los profetas, los veraces, los testigos y los justos a los que Alá ha agradecido. ¡Qué buena compañía!"
Seguramente algunos de ustedes preguntan, quiénes son los que provocan la ira divina y los extraviados, en el sagrados Corán se presentan muchas personas y grupos con este nombre, un claro ejemplo de ellos, son los hijos de Israel, durante un tiempo gozaron del favor divino por actuar según los mandatos divinos y disfrutaron de la superioridad en comparación con el pueblo de su era, pero estos mismos provocaron la ira divina por su conducta mala.
Pedimos a Dios que nos conduzca hacia la vía recta y en la fila de los agradecidos.
El hombre es un ser complicado y por las maravillas existentes en él es incapaz de conocer perfectamente su realidad y el camino de su salvación, el hombre necesita guías claras que muestren en las particularidades espirituales y psicológicas del ser humano y definan las posibilidades y talentos existentes en su interior y también mencionen el camino correcto del uso de estas capacidades.
Nuestro Creador el Compasivo inspiro el sagrado Corán por esta misma razón, el Corán quiere decir el libro leíble y es un libro que se debe leer con deliberación y meditación, en este libro se habla de la visión mundial, la política, la economía, la historia de los antecesores, las favorables relaciones sociales y familiares, los problemas legales, la ética y todo lo que el hombre necesita en esta vida y en el otro mundo, mejor dicho el Corán es la guía para la felicidad y el sol que ilumina la verdadera dirección y nunca la falsedad y la desviación pueden penetrar en él.
Según uno de los investigadores el hombre al aprovechar las sabidurías del Corán es igual que una planta que se coloca a su lado y gracias a los rayos del sol puede crecer hacia la perfección final en un mundo más grande; la recitación del Corán nos prepara la posibilidad para que podamos resolver los problemas de la sociedad y encontrar los signos de la justicia, el honor y la felicidad, desde luego ese caso se cumple cuando las instrucciones del sagrado Corán atraen la atención como una guía y un sistema ideológico vivo y constructivo, para cumplir este objetivo y en respuesta a petición de muchos queridos amigos que desean conocer las sabidurías coránicas, y entender sus profundos secretos constructivos, hemos decidido difundirles en una serie de artículos algunos conceptos de las aleyas coránicas con una lengua sencilla y elocuente para que al recitar el Corán podamos aprovechar el inmenso océano de la ciencia divina en la vida cotidiana.
Antes de comenzar les recordamos que deliberar y meditar sobre los conceptos coránicos es muy valioso y sean considerados como mejores rezos. Por su importancia Dios en la 24 de la sura de Mahoma, dice:
¿Es que no meditan en el Corán?
¿O es que sus corazones están cerrados con candados?
Ahora abrimos las primeras páginas del libro celestial del Corán y empezamos a leer.
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
En el nombre de Aláh el Compasivo, el Misericordioso (1:1)
الْحَمْدُ لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ
الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِAlabado sea Dios, Señor del universo el Compasivo, el Misericordioso (1:2,3)
مَالِكِ يَوْمِ الدِّينِ
Dueño del Día del Justicio (1:4)
اِيَّاكَ نَعْبُدُ وَإِيَّاكَ نَسْتَعِين
A Ti solo servimos y a Ti sólo imploramos (1:5)
Con esta aleya se inicia la primera sura del Corán que es conocida por la sura de Hamd. Desde luego la sura de Hamd no es la primera sura bajada por Dios, sino que esta sura ha sido la primera sura del Corán respectivamente con su recogimiento, la sura del Hamd, se ha inspirado en el tercer año de la designación.
La bondadosa sura de Hamd tiene siete aleyas y entre las suras del Corán disfruta de unas particularidades especiales; el mensaje inicial de esta sura es alabar a Dios, la sura de Hamd es el inicio del Corán, la recitación de esta sura es obligatoria en todos los rezos del día y ninguna sura puede reemplazarla.
La bondadosa sura de Hamd por pasar de un lugar especial tiene varios nombres y cada uno tiene un mensaje especial, pero los más importantes son Hamd, que quiere decir Alabanza, Fatiha es decir Quien abre libro, Omol Ketab que significa Madre del libro.
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
En el nombre de Aláh el Compasivo, el Misericordioso.
Esta breve frase nos dirige a que cada acto que realicemos lo hagamos en nombre de Dios, ya que la existencia de todos los seres vivos ha comenzado con su voluntad y no existe la decadencia y la destrucción en su existencia celestial. Muchos relatos hacen hincapié en que el hombre haga sus trabajos tanto pequeños como grandes en el nombre Aláh el Compasivo, el Misericordioso para no tener dificultado.
El enviado de Dios dice: Cada trabajo que se realiza sin la frase “En el nombre de Dios” este trabajo fracasará.
La aleya en el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso no pertenece solamente al Islam, sino que según las aleyas coránicas, el arca de Noe empezó su viaje con la frase en el nombre de Dios y el hazrat Salomón comenzó su carta a la reina de Saba con el nombre de Dios,
La mayoría de los comentaristas reconocen esta aleya como una aleya completa y separada de la sura, esta aleya se ha utilizado en el inicio de todas las suras del Corán, con excepción de la sura de Tobe, el Arrepentimiento y en la sura de Naml también se dice dos veces.
En general, la aleya valiosa y bondadosa de en el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso, se lee 114 veces en el Corán.
Al final llegamos a la conclusión de que en el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso, es el origen de la bondad y signo de la confianza del hombre en Dios y la petición de ayuda. Este bondadoso nombre ha conseguido el aspecto espiritual a los trabajos y evita que la actuación del hombre caiga en las pestes de politeísmo y la hipocresía, y quien comienza sus trabajos con la frase en el nombre de Dios se une al inmenso poder e infinita bendición divina, salvándose de la caída y la desviación.
Esta Sura abarca amplios conceptos y contenidos globales, reconociéndose como el deposito más valioso en el tesoro inspirado por Dios.
بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
En el nombre de Alá el Compasivo, el Misericordioso (1:1)
الْحَمْدُ لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ
الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
Albado sea Ala, Señor del universo el Compasivo, el Misericordioso (1:2,3)
مَالِكِ يَوْمِ الدِّينِ
Dueño del Día del Justicio (1:4)
La importancia del nombre y del recuerdo de Dios, ahora nuestra primera palabra es atravesar a Dios; Dios que el crecimiento y la creación de todo lo existente en el mundo es de Él, tanto los objetos, las plantas y los animales como los cielos y la tierra, Él es quien ha creado al hombre de una gota de agua y además de su crecimiento y educación corporal, también lo ha educado espiritualmente.
Ahora nuestra necesidad y la de todos los seres vivos de Dios no se limitan solamente a nuestra creación, sino que Dios mantiene relaciones muy cercanas y permanentes con los seres, por eso nosotros siempre debemos agradecerle sus bondades.
La cortesía exige que los siervos también siempre le aprecien tal como es digno, y tal como Él mismo ha dicho, no olvidemos que Dios Todo Poderoso no necesita la apreciación de todos los siervos, la siguiente aleya se refiere a la que Dios, en que creemos es el símbolo del cariño y el perdón.
Se puede observar los símbolos de su bondad y bendición en la agradable naturaleza, el cielo azul y las bellas aves. Si en algunas aleyas del Corán se habla de la ira y del castigo de Dios, es una advertencia para llamar la atención del hombre y no es por inquina o venganza. Por eso, cuando los siervos se arrepienten de sus faltas y puedan recompensar lo pasado, el perdón ilimitado de Dios les incluye.
La aleya dueño del día del juicio, presenta a Dios, como el dueño del día de resurrección, esta aleya es una advertencia a los siervos que al lado de esperar la bondad divina, prestan atención también al día de juicio, Dios es el dueño de este y del otro mundo, pero esto tiene otro manifiesto en el día del juicio, en este día nadie es dueño de nada, la riqueza y los hijos no tienen influencia, aun el hombre no es dueño de los órganos de su cuerpo, solamente Dios es el dueño absoluto, el Creador amable en este días no ignora ningún acto del hombre y estudia todas sus acciones, tanto buenas como malas, es digno que con nuestras buenas acciones asistamos al día del juicio y podamos aprovechar las inmensas bondades divinas.
Después de alabar a Dios que es el Poder Superior de todos los poderes y está más cerca que cualquier otra persona, continuando las aleyas, estrechamos la mano de la necesidad hacia Él y le pedimos que nos conduzca hacia la vía recta.
إِيَّاكَ نَعْبُدُ وَإِيَّاكَ نَسْتَعِينُ
A ti solo servimos y a ti solo imploramos ayuda (1:5)
اهْدِنَا الصِّرَاطَ الْمُسْتَقِيمَ
Dirígenos por la vía recta (1:6)
صِرَاطَ الَّذِينَ أَنْعَمْتَ عَلَيْهِمْ غَيْرِ الْمَغْضُوبِ عَلَيْهِمْ وَلَا الضَّالِّينَ
La vía de los que tú has agraciado no de los que han provocado tu ira ni de los extraviados. (1:7)
Estas aleyas muestran el espíritu del rezo y de la sinceridad de los hombres puros ante la corte divina.
Dios es superior a todos los seres, por esto debemos tener a Dios presente en el rezo y en todos nuestros actos y entender sinceramente que hablamos con un Dios vivo, prudente y sabio y nuestro rezo sea un rezo conciente y profundo y no recemos aparentemente y en el interior prestemos atención a otro.
Con tal percepción del rezo expresamos la máxima rendición y modestia ante un Creador cuya existencia no cabe en la percepción humana, y hacemos hincapié en que es digno adorarle, pro postrarnos solamente ante Él y pedir ayudar solamente a Él, luego pedimos a Dios que nos dirija hacia la vía recta, la vía de los que son agraciados por Dios y no los que han provocado su ira ni los extraviados.
Esta aleya muestra que los hombres en la elección del camino de la vida se dividen en tres grupos, un grupo los que eligen la vía recta y viven según las instrucciones vitalizadotas del Dios, el segundo grupo son los que a pesar de conocer la vía recta, sin embargo, no caminan en ella y piden ayuda a otro y no a Dios. Los signos de las acciones de este grupo aparecen gradualmente en su existencia y se alejan poco a poco de la vía recta y provocan la ira divina.
Entre tanto, existe otro grupo, el tercero, que no tiene un camino definido y determinado, el cual abarcaba a los extraviados y que cada día dan pasos en un camino que llega a ningún lugar. Pero el conocimiento de la vía recta no es fácil, son muchos hombres que bajo la cubierta de la justicia y de la verdad conducen al pueblo hacia la mentira y la desviación y también son muchas personas que siguen caminos extremos. Dios en diversas aleyas ha presentado los ejemplos prácticos de este camino. Dios en la aleya 69 de la sura Nesa dice:
"Quienes obedecen a Alá y al Enviado. Están con los profetas, los veraces, los testigos y los justos a los que Alá ha agradecido. ¡Qué buena compañía!"
Seguramente algunos de ustedes preguntan, quiénes son los que provocan la ira divina y los extraviados, en el sagrados Corán se presentan muchas personas y grupos con este nombre, un claro ejemplo de ellos, son los hijos de Israel, durante un tiempo gozaron del favor divino por actuar según los mandatos divinos y disfrutaron de la superioridad en comparación con el pueblo de su era, pero estos mismos provocaron la ira divina por su conducta mala.
Pedimos a Dios que nos conduzca hacia la vía recta y en la fila de los agradecidos.
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