El amor también tiene su proceso.

El amor también tiene su proceso. Apenas amamos suceden algunos cambios químicos en el cuerpo. Nos sentimos una emoción muy especial, una especie de ternura. Después sube la presión arterial, se contrae el estómago…
Después de unos días, nos llenamos de energía, nos volvemos más positivos y vemos insignificantes los problemas cotidianos. Aumenta nuestra paciencia y aceptamos muy agradados todo lo que viene. Uno quiere pasar más tiempo con su amado/da y nunca se aburre de estar con su amor. No vemos defectos, sino características loables y hermosas. Todo eso nos dura varios meses que en ellos nos vemos distraídos y siempre pensamos en nuestro amor y recordamos muy nostálgicos todos los momento que hemos estado juntos.
Todos estos “síntomas” se producen como consecuencia emocional de cambios químicos en el cuerpo y que no pueden durar para siempre. Poco a poco, nos relajamos y luego desaparecen “los síntomas del amor”. Desaparecen al sentirnos seguros de que nuestro amor comparte los mismos sentimientos.
Hasta aquí todo va bien. El problema está en que tras este dulce amor viene la pausa. Empezamos a mirar desde lejos fijándose en otras cosas que antes nunca nos habían pasado por la cabeza. Cuando eso sucede, vienen las peleas, el desamor y tal vez la pérdida del amor que jurábamos que era para siempre.
Sabed que el amor es muy importante porque da gusto a nuestra vida, pero el amor no es suficiente si no hay entendimiento y comprensión entre nosotros. Por eso, sabed que es necesario que nos tomemos el tiempo suficiente para conocer a nuestros amores antes de que el enlace sagrado se vuelva desenlace y desunión.